En esta vida qué nos toca vivir, en principio sólo pensamos en pasarlo bien, en disfrutar, en viajar, en comer, pero muy pocas veces pensamos en las personas necesitadas, esas que no pueden hacer todo eso que a nosotros nos gusta hacer y hacemos.
Pero todo esto cambia cuando somos nosotros los que no podemos hacer nada de lo descrito anteriormente, y casi siempre, suele ser por enfermedades, bien nuestras o de nuestros familiares.
Cuando vivimos momentos así, momentos muy desagradables por tener que ver como el que está enfermo no puede hacer nada, son momentos de verdadera zozobra, situaciones que llevan al límite a la persona que está enferma y a la que está a su lado.
Lo único positivo, (si se puede llamar así) de estas situaciones, son que en el mejor de los casos, algunas personas nos damos cuenta que la vida es para vivirla en todos los sentidos:
- En el humano. En la vida siempre tenemos que estar al lado de los que más lo necesitan, tanto emocionalmente como activamente, ayudando de cualquier manera.
- En el afectivo. Cada día que pase por nuestra vida, que nunca se nos olvide decir un te quiero, o algún tipo de palabra o signo afectivo a quien más queremos, ya que algún día, si esto no lo hacemos, nos daremos cuenta por el motivo que sea, que deberíamos haberlo hecho hace mucho.
- También en el sentido del entretenimiento, entretenimiento positivo, ese que nos aporte algo, que no sea destructivo para nosotros ni para los demás.
Si nos preguntamos ¿cuántas personas vemos a lo largo de nuestra vida que no tienen a nadie, que están solos, sin nadie que les diga un buenos días, como estas?, seguramente la respuesta de cada uno seria que vemos a muchas personas en esa situación.
Por eso en la vida tenemos que aprovechar cada momento para hacer feliz a nuestros más cercanos, y digo los más cercanos, ya que son los que más probabilidades tienen de que les ayudemos.
Algún día, nosotros mismos necesitaremos la ayuda de alguien, y ese alguien deberá saber lo que tu has dado. Si tu le das a la vida, la vida te lo devuelve a ti.
Al hacer la pregunta de ¿cuántas personas vemos solos?, seguramente todos habremos contestado muchas. Por eso, ¿tú quieres verte sólo en tus peores momentos?, seguramente no. Ese es el motivo por el que debemos ser generosos con todos nuestros allegados, ya sean familia o amigos, que siempre nos tengamos unos a otros, ya que el día que uno mismo lo necesité, ellos estarán a nuestro lado.
Y en todo esto, no podía faltar el ámbito de la educación de los más pequeños, esos que son el futuro.
Ellos también tienen que ver de sus padres, que hacen todo lo posible por ser solidarios con sus familiares y amigos, eso será la mayor labor de educación que un niño pueda recibir, para que el día de mañana, ellos tengan la enseñanza de ser solidarios con familiares y amigos.
La vida no nos enseña a vivirla, pero con la ayuda de todos, podemos vivirla mejor.
La solidaridad de todos en momentos difíciles, es la mejor ayuda que podemos prestar a cualquiera de nuestros allegados.
Toda esta solidaridad, algún día redundará en nosotros mismos.
La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda, protección, que cuando persigue una causa justa cambia el mundo