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NUEVO EN ESTO

Ante todo, y para empezar, quiero decir que soy nuevo en esto.

La idea de crear este blog, llega para compartir las experiencias que tengo con la gran diversidad de personas con las que me muevo debido a mi trabajo. Aunque también hablaré de otras cosas, que no estén relacionadas sólo con eso.

Seguramente, también podréis leer algunas cosas sobre:

  • Vida
  • Fe
  • Política
  • Etc

Espero que lo que leáis os guste, y sobre todo que seáis comprensivos en estos inicios, ya que como he dicho anteriormente, soy nuevo en esto.

Protección para nuestros mayores

«Irresponsables»

Debido a la crisis del coronavirus, las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas y del estado, nos están pidiendo por favor, que nos quedemos en casa, por nosotros y en especial por la población de riesgo.El tema que me ocupan estas líneas, son nuestros mayores (abuelos, padres, tíos), personas de riesgo, debido a que la gran mayoría tiene patologías previas.La gran mayoría de nosotros, descendemos de esa España que últimamente está muy de moda entre los políticos y los medios de comunicación, esa que les ha dado por llamar «la España vaciada».Esa España que es la España de los pueblos, la España de la naturaleza, la España de las personas que verdaderamente saben vivir la vida, la de la gente autentica, esas personas que dicen las cosas como las sienten y como las piensan, esa España esta llena de personas mayores, personas que están en situación de mucho riesgo si se infectan con el coronavirus. Bueno pues esas personas viven en los pueblos todo el año, su vida la han desarrollado allí toda la vida, y eligieron vivirla con las carencias de medios públicos y de ocio que tienen esas zonas. Otras personas con la libertad de acción que cada uno tiene, decidieron salir de los pueblos por falta de oportunidades. Ahora que vienen mal dadas por la pandemia del coronavirus, muchas de esas personas que decidieron salir de los pueblos para buscar una vida mejor, resulta que se acuerdan de su pueblo para volver, ya que allí el coronavirus no ha llegado, o para tener unas vacaciones ahora que no tenemos que acudir a los centros educativos o al trabajo.Durante todo el año, tenemos mucho tiempo para acudir a los pueblos y no lo hacemos. Por responsabilidad humana con todas esas personas de riesgo, que en los pueblos es mas del 70% de sus vecinos, vamos a dejar que sigan viviendo como en la gran mayoría del año, que sigan saliendo a las calles y digan «no me he cruzado con nadie, no he visto a nadie, el pueblo parece que esta desierto», vamos a quedarnos en casa, vamos a quedarnos en nuestras ciudades y no pongamos en peligro la salud de nuestros paisanos.También debemos entender que aparte de todo lo anterior, en las zonas rurales los servicios sanitarios brillan por su ausencia, lo que aumenta el riesgo de poder sufrir bajas debido a la enfermedad del coronavirus.

NO VAYAN A LOS PUEBLOS

PROTEJAMOS A NUESTROS MAYORES Y PERSONAS DE RIESGO


#QUEDATEENCASA

La solidaridad.

En esta vida qué nos toca vivir, en principio sólo pensamos en pasarlo bien, en disfrutar, en viajar, en comer, pero muy pocas veces pensamos en las personas necesitadas, esas que no pueden hacer todo eso que a nosotros nos gusta hacer y hacemos.

Pero todo esto cambia cuando somos nosotros los que no podemos hacer nada de lo descrito anteriormente, y casi siempre, suele ser por enfermedades, bien nuestras o de nuestros familiares.

Cuando vivimos momentos así, momentos muy desagradables por tener que ver como el que está enfermo no puede hacer nada, son momentos de verdadera zozobra, situaciones que llevan al límite a la persona que está enferma y a la que está a su lado.

Lo único positivo, (si se puede llamar así) de estas situaciones, son que en el mejor de los casos, algunas personas nos damos cuenta que la vida es para vivirla en todos los sentidos:

  • En el humano. En la vida siempre tenemos que estar al lado de los que más lo necesitan, tanto emocionalmente como activamente, ayudando de cualquier manera.
  • En el afectivo. Cada día que pase por nuestra vida, que nunca se nos olvide decir un te quiero, o algún tipo de palabra o signo afectivo a quien más queremos, ya que algún día, si esto no lo hacemos, nos daremos cuenta por el motivo que sea, que deberíamos haberlo hecho hace mucho.
  • También en el sentido del entretenimiento, entretenimiento positivo, ese que nos aporte algo, que no sea destructivo para nosotros ni para los demás.

Si nos preguntamos ¿cuántas personas vemos a lo largo de nuestra vida que no tienen a nadie, que están solos, sin nadie que les diga un buenos días, como estas?, seguramente la respuesta de cada uno seria que vemos a muchas personas en esa situación.

Por eso en la vida tenemos que aprovechar cada momento para hacer feliz a nuestros más cercanos, y digo los más cercanos, ya que son los que más probabilidades tienen de que les ayudemos.

Algún día, nosotros mismos necesitaremos la ayuda de alguien, y ese alguien deberá saber lo que tu has dado. Si tu le das a la vida, la vida te lo devuelve a ti.

Al hacer la pregunta de ¿cuántas personas vemos solos?, seguramente todos habremos contestado muchas. Por eso, ¿tú quieres verte sólo en tus peores momentos?, seguramente no. Ese es el motivo por el que debemos ser generosos con todos nuestros allegados, ya sean familia o amigos, que siempre nos tengamos unos a otros, ya que el día que uno mismo lo necesité, ellos estarán a nuestro lado.

Y en todo esto, no podía faltar el ámbito de la educación de los más pequeños, esos que son el futuro.

Ellos también tienen que ver de sus padres, que hacen todo lo posible por ser solidarios con sus familiares y amigos, eso será la mayor labor de educación que un niño pueda recibir, para que el día de mañana, ellos tengan la enseñanza de ser solidarios con familiares y amigos.

La vida no nos enseña a vivirla, pero con la ayuda de todos, podemos vivirla mejor.

La solidaridad de todos en momentos difíciles, es la mejor ayuda que podemos prestar a cualquiera de nuestros allegados.

Toda esta solidaridad, algún día redundará en nosotros mismos.

La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda, protección, que cuando persigue una causa justa cambia el mundo

La enseñanza de la VIDA

La vida nos enseña mucho, pero quien más nos enseñan en la vida son nuestros seres queridos, en concreto nuestros padres.

Cuando nacemos somos seres indefensos, desprotegidos de todo y de todos. Por eso, nuestros padres desde que salimos del vientre de nuestra madre, ella que nos ha llevado durante nueve meses dentro de si, hacen todo lo posible para protegernos en nuestra VIDA.

Ellos pueden dar su propia vida por protegernos, darnos lo mejor de si, trabajar hasta desfallecer para que tengamos lo mejor.

Con sus gestos, sus acciones y sus valores, nos demuestran lo que significa la vida y la forma de vivirla lo más correctamente posible. Nos inculcan una forma de vida, para que luego nosotros, la podamos inculcar a nuestros hijos.

Así ha sido desde el principio de la creación, como nosotros hoy hemos llegado al siglo XXI con unos valores, que hoy hacen de nosotros lo que somos.

En un momento de nuestra vida, llega a nosotros la persona que será nuestro acompañante durante el resto de nuestra vida, nuestra pareja, con la que por la gracia de Díos, tendremos a nuestros hijos, esos a los que nosotros debemos inculcar esos valores, que luego ellos seguirán inculcado a futuras generaciones.

¿Si a nosotros nuestros abuelos y padres no nos hubieran inculcado unos valores correctos, nosotros podríamos inculcar esos valores a nuestros hijos?

La respuesta seguramente sería no. Lo que nosotros somos hoy en día es por lo que hemos aprendido de nuestros abuelos y padres. Ellos han vivido unos tiempos que nada tienen que ver con los que vivimos nosotros hoy, y aún así, nos han enseñado todo lo que somos.

Si nosotros nos sentimos orgullosos de ser lo que somos, mucho más orgullosos nos debemos de sentir de quien nos han enseñado a ser lo que somos, nuestros padres.

La labor que han desempeñado nuestros padres durante nuestra vida, es una labor transparente, no se ve, no se nota, esa labor la han realizado día a día, con sus gestos, sus palabras, sus propias acciones. Todo eso junto, ha sido la enseñanza de nuestra vida.

Por éso, debemos de agradecerles lo que nos han enseñado en todos nuestros años. Su ejemplo y su dedicación a nosotros, nos han dado unos valores que nosotros debemos poner en práctica para enseñarles a nuestros hijos.

La vida te enseña mucho, pero la vida nos la han dado nuestros padres, y lo más importante, nos enseñan y han enseñado a vivirla.

El mundo rural unido, puede cambiar las cosas.

Escuchando el pasado sábado el programa líder de la información agraria Agropopular de la cadena COPE, y el editorial de su grandisimo director Don César Lumbreras ‘esta vez nuestro voto sí cuenta’, haciendo referencia al mundo del campo, me vinieron a la cabeza muchas preguntas y reflexiones.

Yo nací en un pequeño pueblo enclavado en los montes de Toledo, donde me crié y viví hasta que las posibilidades de seguir estudiando me obligaron a tener que abandonarlo. Como yo, prácticamente todos mis amigos nos vimos en la misma situación.

Unos marchamos a ciudades cercanas como Talavera de la Reina o Toledo, y otros a Madrid, lugares donde las oportunidades eran mayores para nuestro futuro.

Otros, se quedaron en el pueblo, con la valentía, porque tenemos que llamarlo valentía, de sacar su futuro y el del propio pueblo adelante.

Y las preguntas que me llegaron el sábado pasado después de escuchar el editorial en la radio eran muchas.

  • ¿Por qué no llegan inversiones que dinamicen la vida en los pueblos?
  • ¿Por qué se cierran colegios?
  • ¿Por qué no se tienen infraestructuras sanitarias adecuadas?
  • ¿Por qué se ponen trabas para adecuar el entorno rural a los medios del siglo XXI?
  • ¿Por qué no se deja trabajar el campo con libertad y sin tantos impedimentos burocráticos?

Podría seguir haciendo preguntas, pero me temo que ninguna respuesta sería para poner una solución a la despoblación del mundo rural. Seguro que las respuestas serian para justificar el motivo que me llevan hacer esas preguntas.

El problema de la despoblación son las faltas de oportunidades del medio rural, pero pocos políticos quieren poner soluciones para este gran problema.

Si tus hijos tienen que ir a un colegio a más de 20 kilómetros del pueblo en un autobús, y por carreteras tenebrosas por falta de inversión, ¿llevarías a tu hijo al colegio?

Si en tu pueblo no tienes médico, enfermería o farmacéutico, ¿vivirías en ese pueblo?

Si después de todo esto, tienes la valentía de vivir en un pueblo, montas un negocio local, o quieres vivir del campo en todas sus vertientes, pero los políticos te ponen infinidad de trabas burocráticas, ¿vivirías es un pueblo?

Todas estas cosas pasan en el mundo rural, no tienen centro de salud, farmacia, hospital, colegio. Tienen carreteras de hace 50 años, impedimentos burocráticos para realizar la labor de la agricultura y la ganadería, por no mencionar los edificios donde gestionar cualquier asunto administrativo con los estamentos públicos, de eso ni hablamos.

Después de preguntarme y reflexionar sobre todo ello, pienso en todos los valientes que viven en el mundo rural, ellos aunque tienen las carencias de todo lo anterior, tienen la valentía de vivir y buscarse la vida para trabajar en el lugar que les vio nacer y crecer.

Por eso como dice el grandisimo César Lumbreras, una persona que todo lo que hace, dice y piensa lo hace por el campo, ‘vuestro voto esta vez cuenta’.

A todos los que vivís en el mundo rural, que no os engañen en estas elecciones, que los políticos se mojen por el campo y el mundo rural, que den soluciones para que nadie más tenga que abandonar los pueblos que nos vieron nacer.

EL MUNDO RURAL TAMBIÉN VOTA, Y SI LO HACE EN CONSECUENCIA, PUEDEN CAMBIAR COSAS.

Estas palabras las escribo por todos los que tenéis la valentía de vivir en los pueblos.

Ser padres en tiempos modernos, sale «muy caro»

En la época en la que yo nací, los niños podíamos disfrutar de nuestros padres.

Por diversas causas, la vida en el siglo XXI, siglo en el que nos está tocando vivir, ha cambiado mucho. Las personas cada vez más, viven en ciudades, donde el tiempo no para ni para ver a nuestros propios hijos.

La paternidad en éste siglo, está muy cara en todos los sentidos.

En el siglo pasado, nuestros padres no tenían ni la mitad de los adelantos que tenemos hoy nosotros para cuidar a nuestros hijos, adelantos que nos hacen la paternidad mucho más fácil, pero adelantos muy caros en todos los sentidos.

Nosotros tenemos pañales, carritos de niño que parecen coches, cunas que parecen camas, walkies que nos avisan si el niño llora, música para que duerman mejor, comidas de bebés con más nutrientes que las de los astronautas, microondas para calentar en un minuto, calienta biberones para el coche, etc…

Pero todos estos adelantos, nos salen muy caros.

Para poder tener todos estos adelantos, prácticamente en cada casa, tienen que trabajar los dos progenitores. Esto supone que el niño en muchas ocasiones, entra en la guardería o colegio a las 8 de la mañana, y sale a las 5 de la tarde.

Imaginen que en nuestros tiempos que estábamos deseando salir a la calle para jugar al fútbol, a la cuerda, con las muñecas, a las canicas, al escondite, montar en bicicleta, etcétera, nos hubiéramos tenido que quedar en el colegio 9 horas, ¿impensable verdad?, pues eso hacen ahora nuestros hijos.

No sé, si nuestros padres se conformaban con menos cosas, o simplemente esos adelantos no existían, lo que si sé, es que estaban mucho más tiempo con nosotros de lo que estamos nosotros con nuestros hijos.

Tampoco sé, el motivo de que en estos tiempos modernos, tengamos que tener tantos adelantos, lo que si sé, es que por culpa de querer tener tantos adelantos, estamos perdiendo mucho tiempo de disfrutar de nuestros hijos.

Al final, en esta vida todo se traduce en dinero, el dinero compra los adelantos para dar a los hijos mejor, y más oportunidades que las que tuvimos nosotros, pero éso, «sale muy caro» en todos los sentidos, en el económico, y el más importante, el afectivo.

Por éso,

Ser padres en tiempos modernos, sale «muy caro»
«Económicamente y afectivamente»

Sólo espero que el día de mañana, no nos tengamos que arrepentir de haber pasado tan poco tiempo con nuestros hijos, por culpa de querer tener más adelantos para criar a los hijos.

Si no es criticar «no interesa»

La vida te pone en el camino muchas personas, unas muy buenas y otras no tan buenas. También nos pone personas malas, y las que hoy me ocupan, las «criticonas».

Estas personas, las «criticonas», por desgracia las tenemos amenudo en nuestro día a día.

Salimos hacia el trabajo y en la parada del transporte público, escuchamos al de al lado decir 《cuanto tarda el autobús, o el metro, o el tren》, ese que casi todos los días llega en hora, pero hoy tarda un minuto o dos más. Tú, que escuchas esto, le dices que 《has oído que el autobús o el tren, ha tenido una avería》. Acto seguido, tu interlocutor, ya no le interesa seguir hablando, se da la vuelta y sigue con su música en el móvil.

Cuando llegamos al trabajo, nos encontramos con otra de estas personas «criticonas», la cuál nos dice que un compañero llega tarde, pero un compañero el cuál nada tiene que ver con su trabajo, un compañero de otro departamento, que a él no le afecta si llega tarde, o directamente no llega. Tú que ayer estuviste hablando con ese compañero que llega tarde, le dices que 《hoy tenía el reconocimiento médico del trabajo》, y que hace tu interlocutor, directamente se marcha del lugar, sin seguir la conversación.

Como estas anécdotas, cualquiera podría contar infinidad de ellas, ya que nos pasan día a día. Todas ellas, me hacen pensar, que estas personas no quieren establecer una conversación cuando hacen alusión a cualquier anécdota de las que me he referido, si no que lo único que quieren es criticar. Criticar lo que sea, al que sea y como sea «familia, trabajo, política, religión», y si tú, intentas aclarar el motivo de su crítica, directamente no les interesa la conversación y te dejan sólo, por lo que mi conclusión sobre todas estas personas, es

«si no es criticar, no interesa».

Lo último por conseguir un trabajo.

En uno de mis tantos viajes por el transporte público, un usuario de los tantos que hablan y hablan sus intimidades con todo lujo de detalles por el teléfono móvil, como si estuvieran en su propia casa, le escucho una conversación sobre como ha sido una entrevista de trabajo, la cuál había realizado esa misma mañana.

Esta persona, le cuenta a su interlocutor del otro lado del teléfono, dónde era el trabajo, como sería, horarios, etc…

Hasta este momento, todo normal.

Cuál fue la sorpresa de todos los que nos encontramos al lado de él, cuando le dice a su interlocutor

le he dicho, que si me da el trabajo, le chupo la oreja, y se lo he jurado por Snoopy, que tu sabes lo que es para mí, jurar por Snoopy.

Os podéis imaginar como se nos quedó la cara y el cuerpo a todos los que estábamos escuchando ésa conversación. Conversación que no escuchábamos porque tuviera mucho interés, si no por el volumen que tenía, que hacía que lo escuchara todo aquel que estuviera mínimo a diez metros.

Ahora pienso yo, ¿le darían el trabajo?, ¿le llamarán para trabajar?, no sé, pero si lo hacen, ¿dejará el director de recursos humanos, dueño o jefe de esa empresa que le chupen la oreja?.

La respuesta seguro que no la conoceremos, lo que si conocemos, es que esto es ‘lo último por conseguir un trabajo’